sábado, 30 de abril de 2011

Bilingüismo

Según las últimas investigaciones realizadas por la Universidad de Granada y la información al respecto difundida por la agencia EFE, las personas que presentan conocimientos elevados en más de un idioma y emplean los mismos con frecuencia registran una capacidad mayor a la hora de centrar su atención y desarrollar la memoria.
En ese sentido, los experimentos efectuados a tenor de las pautas contenidas por el proyecto denominado “Procesos de atención y memoria en la selección de idiomas en bilingües y traductores” (según las directrices de la universidad en cuestión) demuestran que el cerebro humano activa una sección específica del cerebro (en la zona prefrontal) que se relaciona especialmente con la atención y que; a su vez, inhibe otras funciones que en ese momento resultan superfluas para la mente.
Así pues, se ha comprobado que las personas con dominio en más de un idioma reaccionan con mayor rapidez en general, dado que el aprendizaje de distintas lenguas funciona como una especie de entrenamiento sobre la actividad eléctrica que se genera en el cerebro.
De hecho, una persona pone en marcha todos los idiomas que existen en su cerebro aunque sólo vaya a emplear uno de ellos para una situación o conversación determinadas, por lo que tal actividad resulta clave a la hora de posibilitar la coordinación de respuestas cerebrales; así como la capacidad de enfoque y memorización.
Es más, es de público dominio que el aprendizaje de varias lenguas permite que el cerebro organice diversos “compartimentos”, cuyo efecto positivo trasciende en una mayor plasticidad y versatilidad en cuanto a retención y comunicación. Por ello, en muchas ocasiones suele comprobarse que, una vez que se ha aprendido una lengua extranjera, resulta mucho más sencillo interiorizar varias más; pues el cerebro ya aparece en cierto modo “compartimentado” y muestra más facilidad para adquirir otras estructuras lingüísticas de otros códigos.
En definitiva, el aprendizaje de idiomas no sólo ayuda a la hora de facilitar la comunicación y abrir distintas puertas en la esfera profesional, sino que permite desarrollar también los procesos de aprendizaje relacionados con cualquier otra materia o especialidad, sobre todo porque la capacidad de atención y la memoria configuran una parte esencial (aunque no exclusiva) a la hora de adquirir conocimientos.
En cualquier caso, lo que resulta evidente es que el entrenamiento mediante el aprendizaje de idiomas implica cubrir diversos frentes, ya que una nueva lengua constituye un amplio abanico de posibilidades; como entrenamiento para la atención, como arma para conversar, como vía de acceso a una nueva cultura, como invitación a la memoria, como comparativa respecto a la propia lengua materna, como fuente de información y, por supuesto, como demostración en sí misma de lo que el cerebro humano es capaz de conseguir respecto a habilidad y fluidez.

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